Don Enrique Brüning, el corresponsal
Por razones intrínsecas al carácter de los documentos, no hemos considerado en nuestro inventario (Hampe Martínez 1997) a la correspondencia privada de Brüning, que significa una fuente privilegiada para seguir la trayectoria biográfica y científica del investigador alemán. En este rico fondo epistolar, conservado también en el Museo de Etnología de Hamburgo, se ubican numerosos originales de cartas enviadas a don Enrique desde variadísimas partes de América y Europa, y también unas pocas copias de mensajes remitidos por él, básicamente en el curso de los últimos treinta años de su vida.
Como es natural, se hacía más frecuente el contacto epistolar de nuestro personaje con la gente cercana a él por razones de afinidad intelectual o de trabajo. Uno de sus más asiduos corresponsales fue don José Ignacio Chopitea, propietario de la hacienda Laredo (provincia de Trujillo), con el cual se carteó abundantemente desde 1892 hasta 1916; de hecho, se encuentran mensajes de Chopitea remitidos durante estos años desde lugares tan diversos como Laredo, Trujillo, Salaverry, Lima, París, Liverpool, Berlín y Madrid. La correspondencia gira en torno a asuntos técnicos, administrativos y patrimoniales, que Brüning debía atender para beneficio del hacendado.
Por razones intrínsecas al carácter de los documentos, no hemos considerado en nuestro inventario (Hampe Martínez 1997) a la correspondencia privada de Brüning, que significa una fuente privilegiada para seguir la trayectoria biográfica y científica del investigador alemán. En este rico fondo epistolar, conservado también en el Museo de Etnología de Hamburgo, se ubican numerosos originales de cartas enviadas a don Enrique desde variadísimas partes de América y Europa, y también unas pocas copias de mensajes remitidos por él, básicamente en el curso de los últimos treinta años de su vida.
Como es natural, se hacía más frecuente el contacto epistolar de nuestro personaje con la gente cercana a él por razones de afinidad intelectual o de trabajo. Uno de sus más asiduos corresponsales fue don José Ignacio Chopitea, propietario de la hacienda Laredo (provincia de Trujillo), con el cual se carteó abundantemente desde 1892 hasta 1916; de hecho, se encuentran mensajes de Chopitea remitidos durante estos años desde lugares tan diversos como Laredo, Trujillo, Salaverry, Lima, París, Liverpool, Berlín y Madrid. La correspondencia gira en torno a asuntos técnicos, administrativos y patrimoniales, que Brüning debía atender para beneficio del hacendado.
(Publicado en: Suplemento Especial del Semanario Regional «Expresión», Chiclayo, Nº 566, del 29 de mayo al 5 de junio de 2009)
ESTOS AMIGOS ERAN DE CORAZON O DE INTENCION? PORQUE ME PARECE QUE HABÍA PLAGA DE COLONOS TRAIDORES EEEEEEEHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH.
ResponderEliminarclaro que los lazos economicos eran fuertes
ResponderEliminarQue bien por tu vida de mierda y no te sorprendas deberías darte cuenta que no te vas a llevar nada porque estaba con el diablo
ResponderEliminarAndrés Antonio no se sorprendan hijo de puta
ResponderEliminar